A raíz de la proliferación del pez león en las aguas del Caribe, y sumado a la ausencia de su depredador natural, el mero guasa, por cuenta de la sobreexplotación pesquera, los clubes de pesca, las tiendas de buceo, las marinas y la autoridad marítima se han encargado de organizar eventos esporádicos en donde se invita a competir por la caza de esta especie.
Este tipo de iniciativas, que generalmente se presentan a manera de concurso entre pescadores artesanales y buzos con el objetivo de premiar la captura del ejemplar más grande, tienden a mitigar de alguna manera la dificultad que existe en el país para controlar el crecimiento de esta especie invasora.
Julio César Poveda, capitán de puerto de Barranquilla, opina que la idea es “demostrarle a toda la comunidad que el pez león es una especie comestible y que todos los pescadores artesanales se pueden beneficiar de su captura y, adicionalmente, contribuir al control de esta especie”.
Javier Júlvez, asesor de la marina de Puerto Velero en el Atlántico, explica que los concursos que se organizan alrededor del pez león se convierten en un primer impulso para que los pescadores se familiaricen con la especie y lleguen a un punto en que puedan comercializarlo en vez de devolverlo al agua luego de que lo capturan.
Como es tradición en los concursos que desde el año 2010 se han realizado en ciudades costeras colombianas, un chef tiende a participar en estos eventos competitivos y de diversión, en donde al final de la jornada se hace una muestra gastronómica con los ejemplares de pez león capturados.