Glosario de un vendedor experimentado
Así como los médicos, los abogados y los militares manejan su propia jerga, los vendedores del Centro de la ciudad tienen todo un vocabulario que solo entienden entre ellos.
Hoy algunos de estos decidieron revelarles a los lectores de AL DÍA el código secreto dentro de su argot popular. Un ‘empujoncito’ para que los compradores ‘no queden gringos’ cuando sean testigos de este tipo de dinámicas.
BAJAR BANDERA
Cuando un vendedor le dice a uno de sus colegas que ‘ya bajó bandera’, se refiere a que luego de un día pesado pudo realizar la primera venta. “Eso lo decimos luego de vender alguna cosa”, asegura Reinel Álvarez, vendedor de zapatos en Galería La 32.
RULETEO
Este término tiene dos explicaciones. La primera ocurre luego de que el vendedor ante las ventas bajas sale a la calle en búsqueda de clientes.
La segunda se refiere a la capacidad del vendedor para mantener al cliente a toda costa. “Muchas veces un cliente llega al local y no tenemos el producto, entonces salimos al ‘ruleteo’ para traérselo”, explica Gerardo Movilla, vendedor de ropa y calzado industrial en el antiguo parqueadero Muvdi.
LOS CAIMANES
A algunos vendedores no les gusta que utilicen este término porque les parece que tiene cierto tono despectivo. Les suena mejor ‘auxiliar de venta o intermediario’, sinónimo de estas personas que sin ser los directos encargados del local comercial, con tal de ganarse unos pesos de más, se ubican en las calles o en las puertas de los puntos comerciales para buscar los clientes. “Yo no estoy de acuerdo con ese llamado ‘intermediario’ porque eso no está permitido. Además a los clientes no les gusta porque dicen que cuando van caminando les caen como pirañas”, relata José Arteta, librero del primer local del Centro Cultural del Libro.
DE REBUSQUE
También es un término que usan los vendedores o los llamados ‘caimanes’ para buscar el sustento diario en el centro de la ciudad.
ASFIXIADOS
Cuando los días están tan malos que no se mueve ni la brisa, dicen los vendedores que se sienten asfixiados. “Es de las palabras que menos nos gusta mencionar”, agrega Reinel Álvarez.
GENERAL DE CUATRO SOLES
Alude a aquellos vendedores de vieja data y de largo recorrido en las ventas. En el Centro Cultural del Libro le dicen ‘General de cuatro Soles’ a José Arteta, librero hace más de 44 años del centro barranquillero. “Yo soy el vendedor más antiguo de este lugar”, lo dice con orgullo el señor José a sus 73 años.
Para conocer más sobre estas historias es cuestión de que haga el ‘ruleteo’ o salga a las calles como hacen los vendedores del Centro, esta vez no para buscar clientela, sino para conversar y escuchar innumerables anécdotas que engloban nuestro Patrimonio Cultural, y lo mejor: de las voces de los principales testigos y protagonistas. Si conoces a alguien que sea todo un narrador de historias, y además que se recorra las calles del Centro, al derecho y al revés, escríbanos a leidy.ramos@aldia.com.co Cada semana escogeremos uno de estos personajes, con quien caminaremos los rincones históricos y emblemáticos de la ciudad para que nos eche el cuento bien contado. ¿Qué esperas? Vamos Pa’l Centro.
Por: Leidy María Ramos
