Un año de la transformación de Cabrito e Islita

Cabrito

Los vendedores de Cabrito e Islita Express están cumpliendo un año de reubicación cerca a la plaza grande del Río Magdalena.

Sentado en una silla azul y de cara al río grande de La Magdalena, Luis Guillermo Villa García, evocó aquella época cuando siendo apenas un adolescente le ayudaba a su madre a vender gaseosas en el centro de la ciudad. De las imágenes que no se le olvidan –contó– era la llegada de las lanchas al caño contiguo a la Intendencia Fluvial, que se orillaban desde muy temprano para comprar cervezas y repartirlas en los pueblos ribereños.

Hoy mira a su alrededor y se siente orgulloso de los cambios positivos en la ciudad. Nuevos locales, un ambiente natural y la tranquilidad de trabajar sin pagar arriendo son algunos de los beneficios que este hombre manifiesta luego de ser reubicado hace un año en uno de los locales de Islita y Cabrito Express. Villa García asegura que el Centro siempre ha tenido su encanto y hablar de sus calles, de sus retrocesos y sus avances siente que es hablar de su vida.

“A mucha gente no le gusta venir por aquí, pero yo al Centro le debo lo que soy. Mi madre pudo sostenernos, darnos techo y educación gracias a las ventas”, afirmó este barranquillero, hijo de una de las pioneras de la popular Islita. Sin embargo agregó que los malos olores, la inseguridad y la dificultad para transitar siempre han sido los lunares que han manchado los recuerdos agradables de muchos barranquilleros que como él crecieron al ritmo de una ciudad que empezaba a industrializarse a recibir migrantes nacionales y extranjeros.

El legado de Ramiro a la ciudad

Cuando invertir en el Centro era casi una utopía, el antioqueño Ramiro Zuluaga visionó una ciudad pujante cuyo eje central sería la dinámica comercial de un sector clave para el desarrollo: el Paseo Bolívar. En la mañana del jueves, la ciudad despertó con la triste noticia de la muerte de este pionero en la recuperación del Centro de Barranquilla y que a lo largo de su vida recibió varios reconocimientos por su aporte durante más de 23 años.

Zuluaga aseguraba en entrevistas que su éxito se dio ya que visionó una oportunidad de negocio en un sector donde el abandono de las edificaciones y el desinterés de los gobernantes de aquella época era notable.